No es un día del calendario, ni un cumpleaños, ni un nuevo año... es un acontecimiento, grande o pequeño. Algo que nos cambia, que nos da esperanzas. Una nueva forma de vivir y contemplar el mundo. Para dejar marchar los viejos hábitos, los recuerdos.
Lo importante es saber que siempre se puede volver a empezar. Aunque también es importante recordar que entre todo lo malo siempre hay cosas a las que merece la pena aferrarse.
lunes, 27 de febrero de 2012
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